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El Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri) de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) tramitó en 2022 un total de 880 casos vinculados a productos alimenticios en España. Estos casos incluyen 363 alertas, 254 informaciones, 255 rechazos en frontera y ocho catalogados como ‘novedades’.
 
Según el informe, la tendencia en el número total de notificaciones en los últimos cinco años muestra un aumento notable en 2021, alcanzando un total de 1,081. Desde 2015, la suma de notificaciones de alertas e información ha experimentado un crecimiento constante. Sin embargo, en 2022 se registró una disminución del 17.6% en comparación con 2021, totalizando 617 notificaciones tramitadas como expedientes de alerta o información.
 
Dentro de estas notificaciones, 235 estuvieron relacionadas con productos de origen animal, destacando los moluscos bivalvos, y 232 con productos de origen vegetal. Las alertas relacionadas con pescado descongelado disminuyeron significativamente en 2022, pasando de 29 a solo tres.
 

Alertas de origen vegetal

 
En lo que respecta a los productos de origen vegetal, cereales, harinas y derivados fueron los más notificados, seguidos de condimentos y especias, frutos secos, hortalizas, verduras y leguminosas. En 2022 destacó la reducción en los casos de frutos secos y hortalizas debido a la disminución de la presencia de óxido de etileno.
 
En el ámbito de los materiales en contacto con alimentos, se notificaron 81 casos, representando el 9.2% del total. Continuó el aumento de notificaciones por utensilios fabricados con bambú, como componente de materiales plásticos.
 
El informe también analiza las notificaciones según los peligros detectados, clasificándolos en biológicos, químicos, físicos y ‘otros peligros’. Los peligros químicos superaron nuevamente a los biológicos, pero se observó una disminución del 37.4% en comparación con el año anterior, mientras que los peligros biológicos aumentaron en un 23.1%.

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